En la región Brasil lleva la delantera en esta tecnología, le siguen Perú, Chile, Argentina, Colombia, Uruguay y Surinam.
La tecnología 5G ya ha llegado a América del Sur, pero de manera muy tímida aún. Esta tecnología que busca desarrollar digitalmente a la sociedad no es una simple potenciación de la velocidad con respecto al 4G LTE, sino que es un real cambio en la conexión de las personas con las cosas; y las cosas con las propias cosas.
El 5G será fundamental en cambios que tienen que ver con la medicina, la movilidad de los vehículos y personas, el uso y administración responsable de los recursos, la productividad laboral, el comercio, el manejo de la información, la publicidad, el turismo, el deporte y hasta el ocio. Al menos así lo explican los técnicos de Movistar en el país.
De acuerdo con un estudio de 5G Américas, organización compuesta por proveedores de servicios y fabricantes líderes en materia de telecomunicaciones, en Sudamérica existen catorce redes 5G en siete países. Estos son Brasil con cuatro en su territorio, Perú y Chile con tres cada uno, y luego están Argentina, Colombia, Uruguay y Surinam con una red cada uno.
Adicionalmente, en ocho países, entre ellos Ecuador, Paraguay, Guyana Francesa y Bolivia, y también en algunos en los que ya existen redes, se están aún realizado pruebas con la tecnología 5G, mientras en otro bloque de países (Venezuela y Guyana) no han dado información sobre posibles pruebas.
Según el mismo estudio, en América Latina y el Caribe actualmente el uso de 5G es reducido, pues se calcula que 25 millones de personas serían usuarios de esta tecnología, pero las proyecciones son prometedoras. Se calcula que para 2023 estaría en 75 millones de usuarios, para el 2024 ya subirían a 148 millones; en 2024 a 210 millones y para 2026, 310 millones.
Gustavo Pérez, gerente comercial de Vertiv, que asesora a otras empresas para que aprovechen las herramientas de digitalización, cita las cifras de dos empresas especializadas para retratar la fotografía actual y el futuro de América Latina sobre la nueva tecnología. Explica que Statista sostiene que en 2025 cerca del 14 % de las conexiones de redes móviles del mundo serán mediante la tecnología 5G, mientras que la cifra en América Latina sería solo del 7 %.
Por otro lado, Bloomberg considera que el lento progreso de la región en la adopción de esta tecnología sucede debido a que los operadores se han enfocado en la migración de clientes 2G y 3G a redes 4G, las cuales aún no alcanzan una cobertura del 80 %. “Ambas compañías reconocen que la región tiene ante sí una importante labor en términos de inversión en infraestructura y liberación del espectro”, asegura.
Statista estima que la implementación de las redes 5G será mayor en México, Brasil y Chile, y que estos tendrán un alcance del 10 % en esta tecnología en 2025. El progreso conseguido por estos tres países en esta área es sobresaliente. En 2021 Chile se convirtió en el primer país latinoamericano en incluir la red de quinta generación en todo su territorio nacional y en febrero México anunció la llegada de una red 5G comercial para sus ciudadanos. Además, se espera que para 2025 Brasil cuente con la mayor cobertura 5G en Latinoamérica.
Uruguay, Argentina, Ecuador, Perú, República Dominicana y Surinam también se encuentran en el proceso de implementar sus propias redes 5G. De acuerdo con Statista, a partir de febrero de este año se implementaron 19 redes 5G en América Latina.
Para Pérez, Statista tiene claro que una mayor inclusión de la red 5G en nuestra región dependerá en gran medida de la infraestructura existente, así como las inversiones públicas y privadas que se hagan. Los Gobiernos son clave en este camino. Además de subastar el espectro, son los responsables de ejecutar la legislación adecuada y actualizar las normativas para los operadores, dice.
Con las estimaciones de Vertiv, la red 5G es necesaria para que América Latina siga siendo competitiva; pero además el mayor uso de datos necesario para ejecutar las aplicaciones aumentará el consumo energético total de la red entre el 150 % y el 170 % para 2026, lo cual implica que los operadores invertirán en tecnologías más eficientes, como las soluciones de enfriamiento eficientes. Statista estima que las seis economías de mayor tamaño en Latinoamérica (Brasil, México, Argentina, Colombia, Chile y Perú) probablemente invertirán un total de $ 120.000 millones para integrar la red 5G en todos sus territorios, según Pérez.
Esto incluye los cambios que van desde la modernización de las antenas y torres de telecomunicaciones hasta la capacidad de las baterías para la continuidad del suministro eléctrico. Las baterías de iones de litio son fundamentales para soportar muchas aplicaciones, debido a su mayor densidad de potencia, menor peso y mayor vida útil. Además, ofrecen sistemas de gestión de baterías (BMS) integrados para monitorear el estado de las baterías.
Mientras tanto, en Ecuador hace tres años se hicieron las primeras pruebas de la tecnología 5G. Por ejemplo, Telefónica Movistar anunció en un novedoso evento, en 2019, la experiencia 5G con dos proveedores: ZTE y Nokia.
En las demostraciones con ZTE se pudo ver realidad Virtual a través del 5G para que las personas en Ecuador vivan el hecho de poder visitar digitalmente y en 360° el mundo entero, desde un museo, un estadio, un hotel o cualquier lugar del planeta (y hasta fuera de este). También su pudo comprobar la velocidad de navegación 5G y así entender el término ‘latencia’, que implica los microsegundos en la comunicación desde el otro lado del mundo. Es esta velocidad la que permitirá los vehículos autónomos, las intervenciones quirúrgicas a control remoto, entre otros varios usos, explicó ZTE.
Nokia, por su parte, ha indicado que con la nueva tecnología 5G la velocidad de datos se multiplicará por 10 en los celulares y los distintos dispositivos móviles conectados. La tecnología permitirá una gran capacidad de conexión de dispositivos y ayudará a propiciar el desarrollo de casos de uso para ciudades inteligentes (Smart Cities), inteligencia artificial (AI), cirugías a distancia y automóviles autónomos, entre muchos otros.
Por su parte, Claro realizó las primeras pruebas interactivas de 5G y sus aplicaciones en septiembre de 2019, demostrando estar técnicamente listo para desplegar esta nueva generación de conexiones móviles en Ecuador. Claro considera que 5G cambiará el concepto de conectividad que conocemos hasta ahora, posibilitando la comunicación de millones de dispositivos, velocidades potenciales que hasta ahora solo habían podido ser logradas con conexiones de fibra óptica y el rápido despliegue de servicios de Internet fijo inalámbrico de alta velocidad a hogares y comunidades, sin necesidad de cables.
Además indica que 5G traerá múltiples beneficios sociales e industriales: incremento de la productividad, conducción de vehículos autónomos o la realización de cirugías de manera remota. Entre los servicios de Claro se contempla, por ejemplo, el seguimiento de flotas para volverlas más eficientes, el Biofeeder, un sistema inteligente de alimentación automática para camarones y el Smart Farming que es la adopción de tecnología y comunicación en la agricultura.
La empresa también explica que la preparación para el 5G requiere de cuantiosas inversiones en fibra óptica, sustitución de plataformas, adquisición de nuevas redes y virtualización de componentes, entre otras inversiones que Claro ha venido realizando para estar listos a dar el salto hacia el 5G.
En febrero del 2021 Nokia anunció que fue seleccionada por el operador móvil ecuatoriano Corporación Nacional de Telecomunicaciones (CNT) para traer la primera red 5G al país. El acuerdo incluye el apoyo de Nokia a CNT con la amplia modernización de la red de la infraestructura LTE existente, así como la instalación de una red 5G no autónoma (NSA). El despliegue está en marcha.